miércoles, 1 de mayo de 2013

mamá

Te miro y me siento orgullosa.
Miro tus manos, que son las que cuentan el duro trabajo que llevas a la espalda.
Miro tu pelo, a veces bien peinado, pero otras no, y aún así siempre tan guapa.
Miro tus ojos, llenos de sueños y deseos, de esperanzas y alegrías, y a la vez de decepciones que poco a poco van pasando...
Miro tus labios, cuando una curva se dibuja en ellos, y yo soy feliz, cuando no dices nada y estás pensativa, cuando hablas para decir esas palabras tan sensatas.
Miro tus pies, cansados del camino recorrido, pero preparados para todo lo que aún queda por recorrer.
Te miro y soy feliz de tenerte, bueno...de que me hayas tenido...
¿Sabes? Hay ocasiones en las que me creo realmente dueña del tiempo, pero hace poco descubrí que eres tú quien me lo administra...eres tú quien da más segundos a mis horas, y me quita años cuando voy demasiado deprisa. Y te asustas si tropiezo, porque de repente el tiempo se vuelve de nadie, y esperas con ansia que todos los años atrás hayan servido de algo.
No te mereces que te diga nada...te mereces algo que yo no te puedo dar, te mereces volver al momento de tu vida en el que fueses realmente más feliz, y poder revivirlo y retenerlo, igual que retienes mi vida en tus manos. Mereces sonreír todos los días, igual que has conseguido que yo lo haga...Mereces volver pasos hacia atrás, al igual que me enseñaste a dar pasos hacia adelante, y así poder ver todo lo que me has enseñado y cómo, ahora, me parezco tanto a ti.
Espero que al verme veas un pedacito de ti, y te sientas orgullosa, porque ser como tú me hace grande.
Gracias, por cada minuto invertido en mi, porque han sido todos, y gracias por regalar tu sonrisa al mundo, incluso cuando todos lloran.
Te pido, por favor, que no te culpes si algo sale mal, aunque mi tiempo esté en tus manos el destino también forma parte de nuestra vida, ¿no? Has hecho lo correcto y lo puedes ver cada día.
Gracias, por arroparme cada noche y por seguir haciéndolo, aunque ahora lo hagas de otra forma.
Gracias por el apoyo incondicional de cada locura, por empujarme a seguir y por conseguir que lo haga.
Gracias por ser la culpable de que conozca el mundo, y lo bello que es vivir, siempre y cuando tú estés a mi lado.
Lucharé porque ahora seas tú la que tenga un respiro, y ahora seré yo la que te tendrá que dar tú tiempo, y lo tendré en mis manos. Yo te administraré cada segundo, logrando así que aproveches al máximo cada uno de los días.
Ahora seré yo la que provoque las sonrisas, la que te arrope por las noches y te diga que, pase lo que pase estaré a tu lado, apoyándote en cada locura.
 Ahora que tanto has dado te toca recibir...
Te quiero tanto mamá.
Gracias.


No hay comentarios:

Publicar un comentario