jueves, 29 de agosto de 2013

Confesiones

Hay ocasiones en las que me apetece leerte en braille y comerte a oscuras, que es como mejor sabes.
Múerdeme la vida y cómeme las ganas de verte.
Sueño con hacerte el amor en verso o en prosa, según los renglones en los que escribamos. Y arañar el reloj hasta que se pare, y retrasar los cinco minutos del despertador, que aún no ha sonado.
Dejemos de contar kilómetros para contar orgasmos, para que, entre sudor y lágrimas el silencio se haga nuestro.
Acaríciame y hazme afinar las cuerdas vocales.
No te vayas hasta que salga el sol, o hasta que nos cansemos de bebernos a morro. Lo que pase primero...

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