Lo sé, soy insoportable. Cambio constantemente de estado de ánimo. Sufro cuando las cosas no salen como yo quiero. No me gusta dar problemas, y eso puede ser algo malo, porque no te diré que me molesta de ti. Me gusta soñar despierta, con las cosas que pueden pasar, aunque sepa que no van a ocurrir. Soy cabezota y lloro mucho, pero no sólo porque esté triste, muchas veces de alegría, de emoción o simplemente porque sí, sin ninguna causa justificada. Me odio cuando no cumplo lo que me propongo. Siempre te veré perfecto, y me odiaré por no serlo. A veces soy demasiado callada, pero otras no paro de hablar. Me gusta alegrarme a mi misma, y pienso que la culpa de lo que sucede a mi alrededor es mía. A pesar de esto, soy alegre, me gusta sonreír sin motivo aparente, cuando menos te lo esperas. Soy creativa, y me encanta dar sorpresas...pensar en lo que te puede gustar e imaginarme tu cara al verlo. Suelo soñar contigo, con mi vida junto a ti dentro de quince años, con nuestros hijos. Te haré feliz, conmigo nunca te faltarán alegrías. Como más de la cuenta, es verdad, pero he aprendido a no sufrir por ello, soy como soy, y sé que me quieres así.

Quiéreme por mis virtudes, pero sobre
todo quiéreme por mis defectos. Será la única forma de que se
cumpla nuestro “hasta que duren nuestras vidas”.
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