Todo es una contradicción. Contra más
te veo, más te quiero, y más necesito verte.
Cuando no estás no se escuchan risas,
ni suspiros. No se escuchan gemidos de placer, ni lágrimas de
alegría. No se escuchan los latidos de tu corazón, siempre tan
acelerados. No se oyen tus manos acariciando mi cuerpo desnudo.
Cuando tu no estás sólo se ven
lágrimas. Lágrimas que caen entre recuerdos, entre olores, entre tu
olor. El olor que dejas, que impregnas en cada uno de los centímetros
de mi cama.
Si no estás la alegría es espesa,
difícil de digerir. Dormir cuesta trabajo, ya no hay sueños cuando
no me abrazas de noche.
Cuando desapareces en aquel andén yo
me desvanezco. Todo se vuelve gris, contradictorio. Pierde el
sentido. Solo soy cuando estoy contigo.
Aprovechemos el tiempo. Quiero hacerte
el amor cada segundo. Quererte como nadie más te querrá. No puedo
perder mi tiempo contigo, es corto.
Dime que estás enamorado de mi, que
nunca has sentido esto por nadie. Haz que te recuerde cada segundo
del día.
Sabes que es inevitable, que te irás. Aunque queden dos segundos para que se cierren esas puertas dame un último beso, pero no de despedida. Dame un beso que diga “recuérdame cada segundo de los próximos días. Recuérdame hasta que vuelva a pararte el corazón en otro beso”
No hay comentarios:
Publicar un comentario