Estos días he mirado al futuro y no podía imaginármelo de otra forma que no sea contigo a mi lado. No podía imaginarme la idea de volver a casa y no coger el teléfono a las 9:30 para llamarte. No podía pensar en no ahorrar para verte los fines de semana. No podía lograr comprender mi vida sin tus mensajes de buenas noches, ni de buenos días, sin tus palabras de ánimo, de amor, de reproche, de sinceridad, de cariño...No podía creer que existiese mi vida sin estas ganas de vivir que tengo ahora gracias a ti, sin esta fuerza que siento para seguir adelante, sin el amor incondicional que siento cada día que me hace ser más y más feliz.
No podía imaginarme la vida sin suspiros llenos de amor, sin los latidos de tu corazón latiendo al compás del mío, sin caricias sin compromisos, sin cosquillas al despertar.
No podía ver mi vida con otra persona, siendo tan feliz como lo soy ahora, recorriendo un camino con la única meta de ser solamente uno.
No podía ver mis labios en otros que no sean los tuyos, ni mis manos recorriendo otro cuerpo. No podía pensar en hacer feliz a otra persona que no seas tú.
No podía pensar en construir mi vida sin ti, pensar en no tenerte a mi lado cuando crezca.
Por todas estas razones y por muchas más no quiero tirar la toalla, no quiero abandonar en la mitad de un camino, no quiero perderme la oportunidad de ser más feliz de lo que puedo llegar a imaginar.
Por eso, siempre 30, siempre 12 de julio, siempre 21 de agosto, siempre contigo, siempre a tu lado...
Premetí hacerte feliz y lo haré.
Gracias por estar a mi lado siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario