Reflexiones

Hoy ha amanecido el día gris, como esos días en los que las lágrimas resbalan por los cristales. Días en los que los minutos parecen horas, y esa llamada de teléfono que te haga sonreír nunca llega.
Hoy es uno de esos días en los que comienzas a plantearte que sería de tu vida si fuese diferente, si no hubieses elegido aquel camino que ahora te hace estar donde estás. Que sería de tu vida sin esos amigos que tienes, sin esa carrera que estudias...sin ese chico.
Ese chico que realmente te vuelve loca pero que no sabes que está pasando realmente. Porque todo lo bueno siempre pasa demasiado rápido. Nuestras pupilas y sobre todo nuestro corazón no son capaces de captar cada uno de los momentos felices y separarlos, sino que lo ven como todo en conjunto, sin saber distinguir entre los momentos felices de los momentos tristes, porque los realmente buenos hacen que los malos pasen desapercibidos.Y esto es algo que pasa muy deprisa deprisa, como una pequeña sonrisa durante un beso. Ese "pegote" de felicidad, cuando de pronto desaparece, es algo que no queremos aceptar, nuestro corazón y nuestro cerebro no quieren verlo, quieren intentar remediarlo de cualquier manera, sin darse cuenta de que quizá exista otra felicidad infinitamente mayor a la vivida, sin darse cuenta de que realmente hay que estar triste para saber lo que es ser feliz. Y es en este momento cuando te das cuenta de que los momentos malos que te ocurrían cuando eras feliz, aquellos que pasaban desapercibidos, son lo que ahora te hacen sonreír y ver que los momentos malos no son tan malos, y que los gritos que te lanza la gente son, en realidad, llamadas de atención y reclamaciones de cariño. Te das cuenta de que las discusiones son vanidades que ya carecen de sentido, y que todo aquello que creías importante se ha desmoronado de repente.
Cada persona tiene su propio nivel de felicidad y de tristeza, según lo que haya vivido, pero siempre nos debemos parar a pensar, en un día gris, si realmente no debemos estar algo más tristes por un tiempo para encontrar la verdadera felicidad.