Antes eras luz, la luz del día y la noche, capaz de iluminar hasta mis días más oscuros...y créeme que esa capacidad la tiene poca gente...y ahora, ahora no se qué pensar, qué hacer ni qué decir...te veo lejos, más lejos de lo normal...tanto que me duele hasta el último beso.
Nos arrepentiremos de esto...y no solo me odiaré a mi, sino que te odiaré por no haberme contado que no existen los para siempres, tú que siempre has sido tan sincero me engañaste y ahora comprendo que mi felicidad iba de tu mano...y se va alejando contigo...
Algún día seré capaz de mirarte y sonreir...pero hasta entonces seremos cenizas...
miércoles, 7 de agosto de 2013
Un día como otro cualquiera...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario