La culpa la tiene izal. Y tu sonrisa.

Hoy la tripa me da más vueltas que la cabeza, y tiene sentido, las mariposas están ahí, y creo que lo de caníbales esta vez es un error. Pero aún así estoy prevenida por si de un momento a otro se empiezan a devorar, aunque viendo lo nítido que se ve el mundo desde tus brazos dudo que vaya a suceder.
Y hoy hace un buen día para romper las reglas, y las teorías, aunque al no levantarme no sé cuál es el pie con el que empieza este domingo. O quizá sea mejor saber con cuál termina. Aún no lo he descubierto, pero me está asegurando una vida, y los días que empiezan así son sinónimo de saltar de la cama con los pies juntos.
Pero no tengo miedo. Tengo una súper héroe a mi lado, que decir heroína suena feo, aunque no es del todo incierto. Y me encanta cuando mi mujer de verde se vuelve a poner el traje, y últimamente me anda salvando, no demasiado porque los excesos no son buenos, y a mi que me salve pues me hace feliz.