No sé cuál es el paso siguiente, estoy perdida en este juego de rol. Se han ido los buenos y te advierto que me debería haber ido con ellos. Me condeno al quedarme a esperarme.
No sé cuántas decepciones podré ocasionar más, pero me estoy preparando, creo que vienen bastantes. No importa, yo tampoco me reconozco, y me falto, y así permito todo lo que venga. Pero no viene.
Hay ojos que comprendían que ahora solo miran desolados, y hay tanta niebla entre las sonrisas y mis manos que no alcanzo. Aunque empiezo a pensar que es tu intención.
Ojos que no ven
ni oyen
ni sienten
ni huelen
ni hablan...
Corazón que se cree feliz.
Y ya voy alejándome poco a poco de esos ojos llenos de decepción, me alejo como tú haces. Sé que no eres feliz aquí, y no hay peores alas que las que se cortan.
Sé feliz por mí, por las dos y todo lo que has luchado, que aunque la familia no tenga definición estándar, tu nombre la define como única.
Vuelve cuando cures mi herida. Yo intentaré cuidar la mía.
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