sábado, 13 de septiembre de 2014

Entrada con complejo de salida.

Tuve esa sensación contigo y no me equivocaba...fue besarte y conocer el cielo.
Y el infierno.
Subí a la azotea de tu espalda y me columpié en el fino hilo de la desesperanza. Volví a perder. El pulso, la razón y las ganas de salvar a otra. Fui el verdugo de mi propia muerte.
Por suerte...o desgracia conocí antes el fuego de tus ojos que el de tus labios, y ahora no hay cárcel que me obligue a pagar la condena. Tengo las deudas saldadas con el destino pero el karma ha vuelto a hacer de las suyas y a ponerme al otro lado. Me abriré el pecho para esperar el siguiente golpe.
Siento las ganas de besarte, pero muero por hacerlo. Y yo esta vez sí que me entiendo.
Puedes correr en dirección opuesta pero por el momento...siempre te estaré siguiendo.

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