martes, 28 de junio de 2011

Quiero una vida contigo.



Sí, es verdad, soy pequeña aún. Sólo son dieciocho años. Sé que no debería pensar en estas cosas aún, pero no lo puedo evitar.
Quiero que seas mi familia, compartir contigo cada uno de los días que me quedan en esta complicada vida. Dale sentido a mi existencia. Solo podré hacerlo si tú estás conmigo.
Quiero levantarme cada mañana y que estés al otro lado de la cama, mirando hacia mi, durmiendo, tranquilo.
Quiero darte un beso en los labios como despertador, y que sonrías adormilado, mientras despiertas. Despertarnos entre abrazos y meternos en la ducha, aunque yo tarde algo más tú me esperarás con la toalla en la puerta, con la que me rodearás con tus brazos.
Más tarde despertaremos a nuestra hija, aún no sé su nombre, pero tenemos toda la vida para elegirlo, ¿no?. Yo la daré el pecho, sentada en el sofá, mientras tú me preparas un café, con tres cucharadas de azúcar, como ya sabes que me gusta.
Te vestirás y desayunarás conmigo y con la niña. Iré a vestir a nuestra preciosa hija mientras tú te vistes. Llevaremos en el coche al bebé a la guardería, y luego me dejarás en el trabajo, un estudio fotográfico.
No me dejarás salir del coche sin decirme antes lo mucho que me quieres, y darme cinco o seis besos de despedida. Te despediré con la mano desde la acera, y tú me lanzarás un beso por la ventanilla.
Vendrás a la hora de comer, tendrás poco tiempo para hacerlo, pero te dará igual, con tal de verme un cuarto de hora. Comeremos juntos, entre palabras bonitas y los diferentes planes sobre quién hará la compra, o qué haremos el fin de semana. Por la tarde irás a buscar a la nena y yo volveré a casa.
Estarás allí, en el sofá con nuestra hija en brazos, dormida. Y yo me volveré a enamorar de ti, como cada día. Y me sentaré a tu lado y te abrazaré.
Seré feliz, feliz de la rutina, feliz de mi vida contigo, feliz de compartir mis sueños contigo. Feliz de ser feliz.

Y por la noche, después de bañar a la niña y de acostarla te haré el amor lentamente, de una forma bonita, y me dormiré desnuda, entre tus brazos. Y tu me darás un beso en la frente y me dirás que descanse, y que sueñe con cosas bonitas.

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