miércoles, 27 de noviembre de 2013

El infinito sin filtros, acojona.

El echar la culpa a otro es el camino más fácil, pero nadie nos dijo qué destino tenía.
Sé que con una venda tan tupida el infinito se ve peor, pero ahora que ya se va volviendo transparente, que la vas volviendo transparente, el infinito es tan grande que acojona. Y no sé si son tus ojos o este miedo insoportable a las alturas, pero mis ganas de correr en otra dirección aumentan cuando comprendo que la venda soy yo, y que ya no hay nadie que me la sujete. Quizás no quiera aún ver el infinito, aunque me gusta tanto la silueta de tu cuerpo...que creo que merece la pena verte sin ningún filtro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario