De esto que un olor se queda a vivir en tu cerebro y todo huele así.
De esto que un sabor...
De esto que su risa...
De esto que solo la ves a ella en cada lugar que pisas, y para nada es algo malo, nunca me deja sola.
De esto que un gesto, una voz, una palabra...de esto que es ella tras cada cristal, cada persona...
De esto que te miras y la ves...y joder, maldito espejo.
La buscas en nubes y en olores, en sabores, en la más lenta de las canciones. La buscas entre versos y costillas, entre los renglones de este poema y en el caminar de cualquier persona que vaya a ninguna parte.
Y parando para mirarte, entre poema y poema de Carlos Salem, me doy cuenta que quiero esa mirada de niña y esas manos frías para mí. Quiero cazar las mariposas caníbales de tu tripa, y verte bostezar enredada en mi cuello. Te miro mientras escucho poesía, y descubro así, que ya nadie recita.
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