Me he enamorado de mil instantes, y así vivo, enamorada de suspiros y miradas que son tan intensas que paran el tiempo.
Me he llegado a enamorar de una calle, y cada vez que paso por ella observo cada detalle, miro mis pies y camino pisando fuerte, para que cuando no pase me eche de menos.
Me he enamorado de un portal, una estación, un bar donde conseguí cosas de las que nunca me creí capaz, con una mirada que decía "claro que pudes, ¿acaso lo dudas?"
Me he enamorado de una risa, unas manos y un corazón, que dice estar congelado, pero he llegado a verlo arder en las noches más frías.
Me he enamorado de unos pasos firmes, de una voz y unas ganas inalcanzables de felicidad.
Me enamoré de la fina línea que separa tu boca y la mía, del precipicio de un cuerpo a media luz de luna. De unos ojos de océano.
Me enamoré de todas las calles que pisamos, de las teclas de un piano, de tus cuerdas.
Ese, "pequeña, qué grandes puedes llegar a ser" y soplar pestañas para pedir lo evidente.
Brindemos por poder seguir brindando, por mirarte a los ojos y que el cuerpo me de un vuelco, que el corazón se me para y no es capaz de hacerlo.
Que a fuego lento todo sabe mejor, y mordiendo tus labios la vida me sonríe, aunque he descubierto que eres tú la que lo hace. Y para el caso, es lo mismo.
domingo, 26 de enero de 2014
Descubrí que la vida eres tú.
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