Veo pasar trenes entre tu casa y la mía, y no hay mayor dolor que no cogerlos. Hoy te recuerdo acurrucada en mi cama, entre mi cuello, después de morir de placer...que infinito tan perfecto...intento describirlo pero no hay forma ni manera...era y ya, sin comparaciones ni ataduras...te gustaba verme libre y a mi hacértelo ser. Y qué hay mejor que eso...
Sé que vivo porque deseo tenerte entre mis brazos... y he pasado de vivir un sueño a soñar que vivo.
Nada empieza cuando tú acabas, nada es sueño sin tenerte en él...anhelo soñarte despierta, como cada amanecer...increíble...en el que era capaz de tocar la felicidad y no soltarla, y así una y otra vez...
Te deseo ser feliz, ojalá conmigo, pero el invierno aún no se ha ido y la primavera tardará en llegar...mientras tanto acumulo la nieve y me convezco de que algún día de ahí nacerán flores...
lunes, 13 de enero de 2014
Me dio por recordar tu manera de arder...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario