miércoles, 15 de enero de 2014

Tengo un millón de razones...

Echo de menos tu sonrisa, creo que indudablemente eso sería lo primero, lo primero de lo que me enamoré...
Echo de menos tu risa, unido a lo anterior, pero no exagero cuando digo que era el sonido perfecto que me daba un vuelco al corazón.
Echo de menos la fina línea en la que se convierten tus ojos cuando sonríes de verdad, y las pequeñas arrugas que se forman en la comisura de tus ojos al hacerlo.
Echo de menos tu mirada, en la que me llegué a perder, nadé en ella, y repito una y otra vez en mi cabeza "que me miras y te mueres..." y eso decía tu mirada, palabras sin letras, sino con esos ojos de amor que hacían que el mundo dejase de girar.
Echo de menos tus manos, aunque no te gusten del todo, pero eran capaces de hacer del lugar más triste el más alegre, entre cosquillas, caricias, algún que otro "te quiero" en un papel cortado...
Echo de menos tu boca, diciéndome "estás preciosa así, soy yo, no pasa nada malo".
Echo de menos tu pelo, peinado, sin peinar, más corto o más largo, según el recuerdo que venga a mi mente. Acariciarlo y revolverlo...
Echo de menos tu pecho, y la foma que tenía de perderme en él...como se movía agitado cuando te sofocabas, podría describir los mil pensamientos que tenía al mirarlo, pero a nadie más le daré ese privilegio.
Echo de menos tu tripa, tu ombligo, besarla despacio, acariciarla, hacer círculos en ella cuando a veces te dolía, cuando la endurecías para demostrarme lo fuerte que estabas, cuando la dejabas tal y como era y me dejabas besarla...
Echo de menos tu espalda, el precipicio de tu cuello, donde me recreaba y me hacía tuya...
Echo de menos tus piernas y la forma de entrelazarlas con las mías, para que no me alejase, que no pasase frío o sentirnos más cerca...
Echo de menos verte mientras te desnudabas, ayudarte a hacerlo, ese momento mágico que se creaba entre tú y yo, mi vida...
Echo de menos echarte de menos, pero sabiendo que estás, que vuelves...
Echo de menos las palabras bonitas, repetir una y otra vez que eres lo mejor que me ha pasado, agradecerle al mundo y a ti por haberte encontrado...
Echo de menos cada uno de tus movimientos, tus ideas, tus sorpresas...tus maneras de hacerme feliz.
Me enamoré de ti, y no me arrepiento, me enamoré de tus palabras y de tus silencios...me enamoré cada vez que te veía y aún lo hago...
Gracias por zarandearme la vida, por lo que me has dado, pero mis ganas de tenerte de nuevo van creciendo...me aferro a la idea de volver a rozarte con mis labios, y así todo se calma, duele menos...y mientras te alejas te miro...aún te veo, y temo el momento en el que en el horizonte no distinga lo bonito de tu caminar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario