Vive en instantes.

Solemos caer en el error de contar la vida en tiempo y no en instantes. Y a saber quién nos enseñó esto, pero algo falla.
El tiempo se desvanece de las manos, se pierde, se para...pero los instantes nos obligan a abrir los ojos, nos agitan y nos ponen contra la pared mientras nos erizan la piel entre besos. Son los que te aguantan la mirada y te dicen, vive.
Pasan por tu mente como fotogramas rápidos, que te dan vuelcos al corazón. Un beso, una sonrisa, un lengüetazo, un niño que se ríe en el asiento de al lado, el temblor de manos por el frío y la caricia para hacerlas entrar en calor, el dolor de tripa de tanto reír, una caída de ojos de agradecimiento, hacerse hueco en un abrigo para no pasar frío, un beso lanzado al aire como despedida, cogido por un corazón afortunado...
Párate a pensar, de todo tu tiempo, ¿cuántos instantes has vivido hoy?